martes, 5 de junio de 2012

Desalojo del Rectorat de la UDL 2



Voy a empezar diciendo que he oído varias voces que sugerían que los estudiantes se merecían el desalojo que han sufrido por parte de los Mossos de Esquadra.
Los motivos que he oído son varios, y voy a decir porque no los considero motivos validos.
  1. Han causado daños en la universidad; como mínimo se ha roto una puerta.
    Falso pues no se ha roto nada, y lo que si se hizo fue sacar una puerta de sus bisagras para que no pudiese cerrarse el aula con llave.
  2. La mayoría no son estudiantes. También es falso, no puedo hablar en nombre de todos porque es imposible; pero yo conozco a muchos, y al que no conozco yo, lo conoze algun amigo mio, y la mayoría si que son estudiantes.


Lo cual me lleva al siguiente punto...  ¿Que tipo de excusa es la de decir que la mayoría no son estudiantes? ¿Es que acaso la educación no es un derecho de todo el mundo, sea estudiante o no lo sea¿No puede un padre, un hermano, un primo, un tío, manifestarse por el derecho a la educación de un ser querido? ¿O es que para poder ir a una manifestación de sanidad hace falta ser medico o enfermeraPersonalmente niego de modo rotundo este segundo punto, pero la verdad es que considero que daría lo mismo que fuese verdad. 


Vamos a los hechos, a las 4, casi 5 de la mañana, unos 25 furgones de los Mossos de Esquadra llegan a la UDL acompañados de 2 o 3 ambulancias. Lo que vienen a ser unos 150 antidisturbios para el desalojo de 17 estudiantes, hasta la fecha pacíficos .
Foto de un lateral de la UDL la noche de autos:

En un ejercicio de auto crítica (tal y como me han recomendado varias voces de mi circulo de amistades) debo decir que la actuación de ayer lunes 4 del 6 de 2012, en protesta a la actuación de la pasada noche, no me pareció para nada la mas acertada, pues la situación se vio embrutecida por alguna que otra interrupción a los ponentes que a mi juicio estaba fuera de lugar.
No hagamos como ellos. No podemos hacer que paguen justos por pecadores cuando la protesta era en contra del Rector 
Roberto Fernandez.

Es cierto que fue al Rector a quien no se dejó hablar, y que a los ponentes no se les interrumpió demasiado; solo se les soltó alguna puya cuando hacían referencia a la gran actuación de Roberto (aunque también es cierto que hubo alguna que estaba totalmente fuera de lugar).

No obstante voy a admitir que me sentía con el corazón dividido. 
Por una parte sentía que el boicot al acto dañaba la fuerza que podía tener el movimiento estudiantil y que ni estos, ni yo, estábamos allí para molestar a los oyentes ni a los ponentes. 

Estudiantes en el acto celebrado al día siguiente del desalojo, donde increparon al rector sobre su actuación con respecto a ellos y donde exigieron su dimisión:



Una vez dicho esto, tengo que decir que otra parte de mi entendía perfectamente el cabreo de unos estudiantes que llevan ya un buen tiempo intentando hablar con el Rector Roberto Fernandez cuando este les ha negado toda opción de dialogo y que justo el dia anterior les  había mandado a los Mossos (siendo el primer Rector que permite la entrada de los Mossos en la UDL), y entiendo también que no es solo el cabreo lo que lleva a los estudiantes a hacer esto. Es el hecho de querer subirle los colores al "Magnifico" Rector, y hacer que por lo menos una sala llena de gente sepa lo que ha hecho y que ha estado incumpliendo con sus deberes como rector. ¿como puede negar la vía del dialogo, él, que tanto se ha llenado la boca pregonando que como hombre de universidad, defendería el dialogo siempre?

Una vez finalizadas las intervenciones de los ponentes, los alumnos se levantaron y fueron hacia el frente de la sala, exigiendo el dialogo con el Rector.
Quien se levanto y literalmente huy
ó por una puerta lateral.

Se expusieron los hechos a los presentes. Al principio con el micrófono que se había usado para las intervenciones, pero 
a la mitad cortaron la corriente para silenciar la voz de los estudiantes. Sin dejarse intimidar, prosiguieron con su explicación y al acabar dialogaron con los presentes. 

Un par de personas se quejaron de que con su actitud no habían podido escuchar bien las intervenciones y que, pese a que estaban con ellos y que debían defender sus derechos, estos no lo habían hecho de la mejor forma posible.
Uno de los estudiantes se disculpo por las molestias y por hacerles pagar a ellos cuando no tenían nada que ver, pero que era la única forma que se les había ocurrido para llevar a cabo su queja.

Otra estudiante respondió que si bien era cierto que ellos no habían actuado correctamente, le chocaba que a nadie le abominase la actitud del Rector, huyendo una vez mas en lugar de actuar con un poco de coherencia. 


Lo que mas me satisfizo fue que al final, en la asamblea de estudiantes que se produjo justo después; los estudiantes también hicieron autocritica y fueron los primeros en reconocer que pese a estar enfadados y a no ser capaces de ver ninguna otra manera para que se escuchase su voz, esa no había sido la forma correcta.
Tal vez si hubiesen hecho solo la ultima parte, permitiendo que todos los ponentes hablasen sin una sola interrupción, hubiesen generado mas simpatía con el publico. Fue un error, pero nosotros somos estudiantes por convicción y aprendemos de nuestros errores. 

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